domingo, 12 de noviembre de 2006

Punto cero...
(Empezar algo necesariamente implica pensar en su final)

Hace tiempo que me venía dando cuenta de que mientras caminaba se me venían a la cabeza un montón de ideas que era incapaz de retener, no digamos grandes ideas, pero sí cosas o más bien respuestas a cosas que por ahí de repente me preguntaba. Alguien por ahí me dijo que me comprara una libreta…pero escribir y caminar al mismo tiempo es sacarse la chucha seguro.

Así que (im)presionado por la necesidad de comunicarme de alguna u otra forma a través de un espacio donde no me gasto la garganta, no necesariamente tengo que mostrar fotos y puedo recolectar en algún momento del día esas cosas que de repente el seso trae a colación, me animé a unirme a la comunidad blog.

Sin ánimo de nada y batallando contra el formato autoexplicativo que nada me explica, trataré de ir dejando un poco de lo que cada día nos pasa y a veces nos agobia y a veces nos encanta y a veces nos da lata y a veces nos vuelve a encantar, en fin, un poco de lo de siempre, como esas bolsitas de té con el hilo cortado que se pierden en el fondo de la taza hasta que una cuchara las saca antes de que el té se vea demasiado cargado…

No fue fácil, para nada...una hora eligiendo el fondo, las letras, las ideas, una y otra vez...y después lo peor: sentarse a escribir, pero ya está, vamos a ver cómo sale todo esto que es casi como la responsabilidad de tener un reloj y de preocuparse de vez en cuando de qué hora es...

2 comentarios:

ARUCh dijo...

Wena Compare, dele que se necesita respirar letras en vez en cuando.

Saludos
Rolando

René García & Los Vecinos Antropófagos dijo...

evidentemente,
noestanfazil